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lunes, 30 de mayo de 2016
La Lista del Minimalista
Una casa promedio en el mundo occidental tiene alrededor de 300.000 cosas. ¿Qué? ¿Qué estamos haciendo con tantas cosas?
Si tu casa se siente abrumadoramente llena, tus días están siempre hiper ocupados, y no podés encontrar tu escritorio porque está cubierto de cosas: te entiendo. yo también estuve en esa situación y hacer cambios fue abrumador
¿En qué deberías centrarte primero? ¿Cómo decidís qué se queda y qué se va? ¡¿300.000 cosas?!
Si te gusta la idea de vivir con menos pero no sabés por dónde empeza, intentá con estos 10 pasos hacia diseñar una vida simple.
(Y si ya la tenés clara con minimizar cosas, pasale esta lista aun amigo que quiera iniciarse en simplificar.)
1. ¿Cuál es tu "por qué"?
Preguntarte por qué querés simplificar. Querés aliviar la presión de una vida llena de cosas y actividades?, querés la calma que ofrecen los espacios abiertos y limpios? Vas a hacer espacio para tus sueños? Respondete esa pregunta, y recordala cada vez que necesites esa motivación extra, de esa manera vas a poder contemplar tus avances, y mantener el foco en lo que siga.
2. Empezá con lo más fácil
Incluso aunque quieras hacer grandes cambios, empezá con cambios pequeños. Sacá las porquerías del cajón de porquerías, decí No a 1 reunión, tomate 1 minuto para respirar de manera consciente y relajada. Demostrate con pequeños logros que sos capaz de ir consiguiendo cosas mayores de a poco.
3. Separá deseos de necesidades.
Probablemente necesitás menos de lo que pienses. Nos pasa a todos. Mientras decidís lo que querés mantener en tu vida pregúntate: "¿Podría vivir sin esto?" Si la respuesta es sí es algo que más que necesitar, solo lo querés. Lo que necesitás TIENE que quedarse, lo que QUERÉS lo podés elegir.
4. Buscá la alegría.
La regla principal para quedarte con algo es porque te sirve o porque encontrás belleza en ello. Para encontrar esa belleza, Marie Kondo nos recomienda quedarnos con aquello que irradie alegría; si no irradia un buen sentimiento, deshacete de la cosa en cuestión. Quizá otra persona pueda darle un uso o nuevo sentimiento alegre.
5. Limpiá tu agenda.
Diseñar una vida simple no significa parar con todos tus asuntos. Una agenda más simplificada puede traerte mucha paz. Hay actividades que necesitás abandonar? Reuniones a las que en rlidad no tenés que ir? Citas para cancelar? Vos ya sabés que es lo que tenés que hacer.
6. Desenchufá todo.
No hace falta que te desenchufes para siempre, pero agendar momentos "libres de pantallas" puede reiniciar tu perspectiva y ayudarte a encontrar alegría en una vida más Simple. Buscá más tiempo en la naturaleza, conectate más profundamente con la gente a tu alrededor, y buscá acallar el ruido que tengas en tu mente.
7. Agendate momentos de descanzo.
A medida que tu casa y espacios físicos se van simplificando, buscá explorar maneras de armás un ritmo de vida que combine trabajo / descanzo. Es dificil conseguir una "Vida simple" si en realidad lo que tenés es una "vida agotadora".
8. Personalizá tu estilo de minimalismo.
Simplificar la vida de uno, hacerse minimalista, no es una competencia. Simplificá de manera que tenga sentido PARA VOS, no te preocupes ni te compares con nadie. De hecho, minimizar las comparaciones te libera de basura mental de una manera increíble.
9. Recordá tus relaciones.
No dejes que tu compromiso por estar simplificando tu vida se interponga en tus relaciones más importantes. Los demás no te van a poder seguir el ritmo y no los podés obligar. Hacé lo que esté bien para vos, y disfrutá a la gente que te rodea y querés sin intentar cambiarlos.
10. Disfrutá el MAS y el MENOS
MAS tiempo, más libertad y más espacio para simplemente respirar.
Y MENOS cosas, menos stress, Menos que organizar, menos que cuidar. Menos lucha, menos dificultad.
Tomate tiempo para practicar la gratitud por lo que estés aprendiendo y por los nuevos capítulos que estás por escribir en tu vida.
Podés diseñar una vida de MÁS y de MENOS. Más de lo que amás, menos de lo que no. Es un proceso, somos muchos en él. Bienvenido al viaje.
Traducción propia, fuente:
Melissa Camara Wilkins
http://melissacamarawilkins.com/
miércoles, 20 de abril de 2016
Mi rutina
Les muestro un poco como es mi rutina.
Algunas personas se sienten reticentes a adquirir una rutina, para evitar sentirse como "robots" o sentirse presos de algo. Yo solía ser una de esas personas, pero la verdad es que desde que aprendí a organizarme me siento mucho más libre. Sé que esperar, mi familia sabe qué esperar, y cuando quiero cambiar algo, por un imprevisto agradable o no (desde ir al médico, pasando por un arreglo de la casa, una fiesta, una salida, una invitación sorpresa) cuando mi rutina de ese día se "desvía" a mi no me importa, porque al día siguiente todo sigue como si nada hubiera pasado.
Aclaraciones: Esta es mí rutina (no incluye la de mi marido, porque es muy compatible con la mía y no me altera nada) soy una persona tranquila, poco salidora, trabajo de 7:30am a 3:45pm, de lunes a viernes, tengo un hijo en edad escolar, un departamento chico y soy minimalista !!!
***(Los sábados que me despierto con ganas, me voy a la mañana a estudiar de manera autodidacta Alemán, a un café...)
Les dejo algunos consejos en video.
martes, 12 de abril de 2016
Desafío Primeros pasos minimalistarg - Purgar cosméticos
-
Tirar a la basura los cosméticos vencidos:
especialmente si ya no los usas, NO QUEDA EXCUSA para que sigan ocupando
espacio en ningún rincón de tu casa, no se pueden donar ni regalar, ¡a la
basura!. Quizás te de culpa haber gastado dinero en ellos y estar
desechándolos, aprende de la lección.
-
Separar los que no usas nunca:
o
Puedes regalarlos,
o Donarlos: a hogares de mujeres, de ancianos,
donde haya adolescentes. O dejándolos en la vereda en una bolsa transparente,
para que alguien se los lleve.
o Utilizarlos para otros fines: Algunas cosas se
pueden utilizar como material de arte, por ejemplo algunas sombras de ojos
pueden usarse como acuarelas, los delineadores como pincel, etc… Algunos
empaques sirven de decoración. No te recomiendo quedártelos solo por quedártelos,
pero algunos perfumes tienen diseños hermosos si no los usas mucho, puedes
dejarlos en diferentes rincones de la casa como decoración y usarlos como
perfume de ambiente de vez en cuando, hasta que se terminen.
-
Los que te vas a quedar:
Separalos en uso diario
/ semanal / mensual y ocasional.
INTENTA TENER UN CAJÓN (O ESTANTE, O CAJITA, O NECESSAIRE) POR CADA
UNA DE LAS SIGUIENTES CATEGORÍAS.}
o Diarios suelen ser: maquillaje de todos los
días, crema y gel de limpieza, demaquillante, crema corporal, cremas
hidrtantes, humectantes, algún tratamiento diario que estés llevando a cabo
etc. Estos tenlos al alcance de la mano
o Semanal, suelen ser: exfoliantes, mascarillas,
lo relativo a las uñas, aceites, quitaesmaltes. Separalos de tu espacio de uso
diario, alejalos o escondelos un poco de
la vista, para que no se desordenen en el día a día.
o Mensual y ocasional: Maquillaje más pesado, de
fiesta o social, determinadas mascarillas, determinados tratamientos
intensivos, algunos aceites etc.
-
Los que te hayas quedado y no te gusten
demasiado, pero quieres terminarlos úsalos un poco más libremente hasta que se
terminen.
De a poco aprenderás a no comprar de más o no comprar solo para
probar.
Te conviene siempre averiguar un poco, leer reseñas, pedir muestras,
pedirle a una amiga o familiar que ya lo usa si te regala o presta un poquito,
probarlo en el mostrador con la vendedora, etc.
Todo eso para estar segura de
que se adapte a tu estilo de vida, tipo de piel, de cabello, uñas y gusto,
ANTES de comprarlo.
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martes, 5 de abril de 2016
Oficina minimalista, trabajo bajo control
Por supuesto que no todos tenemos el mismo tamaño de oficina, recursos, o posibilidades, pero quisiera dejarles una serie de tips para ir logrando una oficina minimalista y que ayude a simplificar las tareas del día a día y aumentar tu enfoque y productividad.
Para qué aumentar tu productividad?
-
Hacer las cosas en tiempo y forma ayuda a que
tengas menos interrupciones de tus compañeros o superiores, ya que ver que
tienes las cosas bajo control hace que confíen más en ti y no anden “persiguiéndote”.
-
Saber que tienes las cosas bajo control reduce
tus niveles de stress. Puedes pensar más
seguido “tengo todo lo que depende de mi bajo control”.
-
No tener que llevar trabajo a tu casa.
-
No tener que revisar emails fuera del horario de
trabajo.
-
Si sucede algo inesperado, tendrás tiempo y
espacio para solucionarlo con mejor tranquilidad.
-
Si te retrasas en algo tienes tiempo y espacio
para volver al curso de las cosas.
-
Tener una rutina predecible.
Empecemos por lo material:
CAJONES
Vaciar los cajones.
Reciclar, tirar a la basura lo que ya no sirva.
Si se trata de notas: comenzar a digitalizar, evitar papeles
sueltos, si no puedes abandonar el papel, usa una carpeta, sobre, cajita donde
guardarlos hasta que ya no sirven. Revisarla
periódicamente para eliminar papeles viejos.
Reducir la cantidad de post-its de colores que usas, tener
pocos a mano, el resto en la despensa general de artículos de librería de la
empresa o en un lugar donde puedas guardarte reservas. Pero no todos a mano….
Lo mismo con biromes de color, resaltadores; trata de tener
menos, minimizar, solo los que usas siempre.
Lo mismo con ganchos, ganchitos, clips etc.
Si reconoces que algo no lo usas nunca ya no lo tengas.
Intenta reducir todo a la mitad.
ENTRADA Y SALIDA DE
PAPELES
Los papeles que lleguen a tu escritorio trata de tenelos en
un lugar todos juntos. Es tu pila de ENTRADA.
Una vez que sabes de qué se trata, sepáralo en pilas,
carpetas o secciones según los vayas a procesar o utilizar, en orden de
prioridad. Esa es tu pila o carpeta de PENDIENTES
(Tendrás “pendientes compras”, “pendientes llamados”, “pendientes redacción”
“pendientes reclamos” etc)
A medida que vas terminando cada asunto las apilas en una pila de SALIDA. De la cual luego una vez al día o a la semana (dependiendo
de tu trabajo), vas a sacar los papeles de tu escritorio:
-
Algunos los archivarás en tus carpetas,
-
Otros en las carpetas de compañeros,
-
Otros irán a otros departamentos,
-
Algunos a la basura,
-
Otros al archivo general,
-
Etc.
Pero siempre, lo que ya está terminado, o tiene que seguir
por otro proceso, dentro de varios días o hay que esperar que suceda algo, debe
salir del escritorio, y esperar archivado.
ARCHIVO
Si puedes dividir en varios estantes tu archivo, o en
secciones, intenta separar las carpetas que usas a diario, de las que usas una
vez al mes, de las que son archivo definitivo.
OTROS CONSEJOS:
-
Intenta antes del horario de irte, tomar 5
minutos para dejar tu escritorio ordenado (Sales a las 5?, a las 4:55 comienzas
a acomodar). Nunca lo dejes hecho un caos, así el día siguiente siempre lo comienzas
organizado.
-
Utiliza pocos adornos, deja solo 1 o dos.
-
Evita los estampados, y el color excesivo (los
colores claros te ayudan a trabajar más calmado)
En futuros posts voy a tratar de registrar ideas para organizar
la agenda, archivos de seguimiento, la casilla de email….
Me encantaría recibir consultas y poder responderla! Espero
sus comentarios y preguntas.
Les dejo un video donde les muestro mi oficina.
martes, 22 de marzo de 2016
Acumular aprendizaje
Si hay algo que aprendí con el minimalismo es a ACUMULAR aprendizajes.
No me refiero al conocimiento (en ciencias, artes, saberes,
etc.), sino a las cosas que vamos aprendiendo.
En este tiempo aprendí a no forzarme a hacer actividades que
no me hacen feliz, a no ver a personas que no me hacen feliz, o que me abruman,
angustian o traen malos recuerdos solo porque no sé decir no, aprendí a decir
no, aprendí a generar confianza con la imagen, aprendí a no complicar las
cosas, a simplificar, a comunicar asertivamente, a economizar palabras,
tiempos, cansancio…. Y podría seguir.
Cada vez que simplifico algo es porque aprendí a evitar los
errores que estaba cometiendo en ese algo.
Cada simplificación se convierte en un nuevo hábito, que
reemplaza a otro u otros a lo que les digo adiós con mucho cariño aprendiendo
de sus falencias, de mis falencias.
Un ejemplo de cómo los aprendizajes se van acumulando y
mejorando la vida de uno, a medida que simplificamos:
En la oficina un día aprendí a tener el escritorio libre,
acomodado. Por medio de un sistema de entrada, uso y salida de papeles.
Otro día aprendí a aplicar ese sistema en el escritorio
virtual de la computadora. Simplificando y organizando.
Ese sistema de organización se terminó “contagiando” a mi
agenda. Ahora está completamente bajo control.
Ese control completo se nota en toda mi oficina. Un día mis
compañeros me dijeron que admiraban mi orden, entonces entendí el poder de esa
imagen que yo estaba dando.
Con la comprensión de ese poder lo empecé a usar a mi favor,
para hacer notar que las cosas las tengo bajo control, están al día, completas,
sin cabos sueltos.
Cuando logré esa imagen conseguí menos intrusiones en mi
oficina.
Con menos intrusiones en la oficina me hice aún más productiva,
tanto que hasta manejo momentos propios de ocio. Mis compañeros lo ven, confían
en mí y ven mis resultados, usualmente me preguntan cómo hacer para que una
planilla, carpeta, presentación se vea más ordenada y asertiva.
Logré “contagiar” conocimiento a mi equipo de trabajo. Es un
conocimiento que ellos cultivan inconsciente o conscientemente y que hace que
todo el equipo aprenda.
Y yo aprendo sobre como comunicar a un equipo.
Y sigo edificando…
Cada día, semana, mes, hay algo para aprender, algo para
simplificar y mejorar, algo para dejar atrás y abrirle paso a algo mejor, algo
de lo que desapegarse, aprender, acumular aprendizaje, aprender, acumular….
domingo, 13 de marzo de 2016
Un rincón propio
"A woman must have money and a room of her own if she is to write fiction."
(Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si quiere escribir ficción.)
(Virginia Woolf, "A room of one's own")
Virginia hizo con esa frase una declaración feminista revolucionaria para su época, prácticamente una queja de la diferencia que había (¡y hay!) entre hombres y mujeres de tiempo libre y espacio disponible para producir creativamente.
En el libro "An Illustrated Guide to the Japanese Art of Tidying by Marie Kondo" que complementa su primera y más famosa publicación, la japonesa recomienda crear un rincón propio, un rincón que irradie tu personalidad. En este rincón deberías, recomienda, tener cosas que irradien alegría, tus cosas preferidas, colecciones, objetos decorativos, cosas para practicar tus hobbies, ir a leer, escuchar música... Un rincón al que poder escaparte.
Cuando me enteré de esta propuesta, no puede evitar relacionarlo a la "tesis" de Virginia Woolf.... Y me lo propuse fervientemente. Con mis nuevas reglas de consumo esperé a encontrar una mesa de oferta, o una que pudiera reciclar y me llevó un poco de tiempo... Pero mientras tanto "reservé el rincón de mi cuarto, con una mesita de esas de desayuno plegables (tablemate) y apoyé ahí mi portátil. Pasaron algunas semanas hasta que en una visita de compras normales al supermercado vi una mesita de computación por 400 pesos (unos 25 usd).
Les muestro el resultado en un video...
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martes, 8 de marzo de 2016
Los proyectos inconclusos y las cosas materiales
Soy una persona creativa, se me dan bien las manualidades,
el dibujo y me entretienen muchísimo la costura, el bordado, la papelería, la
fotografía, los álbumes. Por ende siempre tuve materiales en casa, listos para
ser usados.
Telas, retazos, mostacillas, hilos, cintas, bordados,
bolsistas, etiquetas, figuritas, pinturitas, colores, masas, pegamentos,
cuadernos, ropa para modificar, hojas, cajitas, cosas para arreglar, piezas,
partes de juguetes, plásticos familias y familias de cosas escondidas en
rincones de casa. Algunas “a mano” para “inspirarme” a hacerlas apenas tuviera
el tiempo.
La verdad es que nada de esas cosas materiales me hacía por
si sola feliz. Solo era un recordatorio del poco tiempo que tenía para hacerlas,
y de que cuando tenía tiempo libre elegía otras cosas para hacer, como ver
películas, jugar con mi hijo, arreglar cosas de casa, estar en internet, dormir
siestas, salir, conversar por teléfono, etc, etc.
No estaban ahí para hacerme productiva, especializarme en un
hobbie o disfrutar el tiempo libre: terminaban cumpliendo dos roles que le
hacían mal a mi vida:
-
Hacerme sentir frustrada de no tener tiempo libre
para hacerlas.
-
Hacerme trabajar el doble, triple, cuádruple
para mantener mi casa linda y ordenada (juntan polvo, generalmente eran cajas
feas, llenas de cosas que visualmente no se veían como proyectos, sino como
cambalaches de objetos viejos, usados, rotos, inconclusos).
Las premisas del minimalismo me convencieron de eliminar
todo eso de casa. Me hacía mal verlos, me llevaba tiempo organizarlos, no eran esenciales
en mi vida. Son objetos fáciles de los que deshacerse. Dejo aquí los criterios
que utilicé para purgarlos, desapegarme y organizar lo poquito que quedó.
TELAS:
Eliminé las más feas y no absorbentes, a la basura.Me quedé con algunas para hacer disfraces para mi hijo cuando piden del colegio (eso sí que siempre lo hago, me ahorro muchísimo dinero por año), me quedó una pequeña cajita.
Recorté en pequeños cuadrados las absorbentes y las puse en una cajita en la cocina, para usarlas de trapitos descartables; son mejores que el papel de cocina, da menos asco limpiar con trapo y se pueden tirar a la basura, cosa que no se hace con las rejillas o trapos reutilizables. ß Tip hogareño!
BOTONES, MOSTACILLAS, PERLITAS:
Tenía todo separado por estilos, colores, tamaños en
diferentes frasquitos.
Lo que hice fue poner TODO junto y mezclado en una sola
bolsita ziploc, mediana.
Como se trata de cosas que cuando tenés que comprarlas hay
que comprar muchas (paquetes enteros) y suelen tener precio alto, no las tiré a
la basura.Las cosas que ya estaban feas o pasadas de moda las tiré a la basura. (un o dos puñados de cositas).
PINTURAS, ÚTILES ESCOLARES, HERRAMIENTITAS DE MANUALIDADES.
Lo mismo, unifiqué todo en el mismo lugar.
Las que dependían de revivirse con diluyentes, o tenían muy
poquito, o no son cosas que piden en la educación primaria, las tiré a la
basura. Lo mismo con cosas rotas o por reparar.Las cosas repetidas las doné.
Las tengo guardadas porque son cosas que siempre piden en el colegio, no vale la pena tirarlos a la basura, porque son $$$$.
Están en una cajita pequeña, no a la vista. Son como una pequeña reserva.
PAPELES, FIGURITAS, FOTOS, RECORTES
Tiré todo. En mi tacho de papel reciclable.Básicamente hoy en día si hay que hacer una tarjeta, trabajito de la escuela, decorar algo, se busca en internet y se imprime….
ROPA PARA REMENDAR, MODIFICAR, ETC
Adiós! (doné, tiré a la basura, usé como trapo).
OTROS
Le dije adiós a una cajita que tenía con juguetes y
adornitos y cositas por reparar.Si puedo vivir sin eso; lo tiro. Si no puedo y lo tengo que reparar, lo hago en el momento.
No guardo nada que no me sirva. Lo dono inmediatamente, o lo tiro a la basura.
No compro útiles y elementos de arte a menos que sean para mi hijo para la escuela. Son como un vicio para mí, asique mejor no volver a empezar…
No guardo retazos pequeños que me sobren.
En cada cumpleaños, festejo, navidad tengo la posibilidad de utilizar e ir terminando las cosas que aún tengo. Antes de comprar: me fijo qué puedo usar de lo ya disponible.
Te dejo el link a mi canal: https://www.youtube.com/channel/UCTsbkU2OrYojaX7tHAwnkNA/videos
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martes, 1 de marzo de 2016
Reduciendo y simplificando el uso de papel, agendas, anotadores
Siempre me encantaron los cuadernos, agendas, anotadores. Usé
muchísimos en mi vida.
Cuando empecé a desapegarme de mis cosas, el proceso de los
cuadernos fue especial, llevó su tiempo y tareas para lograr llegar a minimizarlo
al sistema realmente simple que uso hoy.
Tenía cuadernos para:
-
Agenda personal
-
Agenda trabajo
-
Cuaderno de ideas para microemprendimientos
-
Cuaderno de frases
-
Cuaderno con lista de películas, series,
documentales para ver
-
Anotadores
-
Blocks de hojas
-
Cuaderno con recortes de revistas (cosas que me
quería comprar).
-
Cuadernos con recortes interesantes
-
Carpetitas con recetas
-
Carpetitas con dietas
-
Carpetitas con tests de personalidad
-
Agenda para la tesis
-
Agenda para cosas que hacía en internet.
-
Cuadernos en blanco
-
Cuadernos para empezar a dibujar
-
Cuadernos para dedicatorias a mi hijo
-
Y más---
La verdad es que además de ocuparme espacio físico, ocupaban
un lugar negativo en mi mente: Nunca tenía tiempo para usarlos propiamente.
Nunca estaban al día. Quería sentarme a escribir, dibujar, crear. Pero la
verdad es que no podía.
Mi vida es tranquila y tengo las cosas bajo control, pero no
me sobra tiempo para todos los hobbies que se me van ocurriendo. Trabajando, terminando
una tesis, estudiando idiomas, haciendo las cosas de la casa, trámites, microemprendimientos,
siendo mamá, preparando cumpleaños, actos escolares, tareas especiales,
haciendo compras… realmente no
necesitaba tener en el fondo de la mente una lista interminable de pequeñas
cosas por hacer representadas cada una por un cuaderno o agenda…
Asique las eliminé.
La verdad es que los cuadernos no tenían muchos avances.
Quizás entre 5 o 10 hojas cada uno. Asique antes de deshacerme de ellos:
Corté las páginas usadas.
Algunas las escaneé.
Algunas las pasé a archivos Word.
Las rompí y tiré.
Los cuadernos los regalé como anotadores (a gente que se que
no acumula, ni los compra, para que le den utilidad, cerca del teléfono por
ejemplo).
Algunos se los dí a mi hijo para dibujar, ya para el día de
hoy ninguno existe más… =)
Otros los dejé en la vereda para que se los lleve quien le
llame la atención.
Alguno lo doné porque estaba en buen estado.
No quedó ningún cuaderno.
No quedó ninguna frustración.
No quedaron deseos de emprenderme en hobbies.
Quedó espacio, ligereza y tranquilidad.
Quedó organización genuina.
Les dejo un video del resultado, hace más de un año y medio
que uso este sistema de dos mini libretitas + alguna que otra lista y todo está
bajo control.
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martes, 16 de febrero de 2016
Editando una estantería en casa
Les muestro, tengo esta estantería en casa, en la que están
siempre las cosas que usamos todos los días: mi cartera, el bolso para natación
de mi marido, la mochila para el club o de clases de mi hijo. Algunos libros,
la cámara de fotos y sus accesorios, algunas cosas para hacer, una cajita de
ropa de entrecasa mía, una cajita con accesorios, otra con cosas sueltas y otra
con bolsas plegables de compra, necessaires, monederos etc. Al costado hay una
mini estantería con las facturas a pagar y ropa del club o del colegio de mi
hijo.
Es la única estantería de cosas sueltas que tengo.
Resumiendo, todo lo que usamos todos los días antes de salir
y lo que dejamos ahí cuando volvemos de la calle a casa. Es la herramienta para
nuestro método de estar preparados para el día siguiente.
Esa estantería hace
más de un año no tenía ni 1 centímetro libre y la mayoría de las cosas que
ahora están, no estaban, estaban dando vueltas por toda la casa.
Estuvo según la foto “Antes”, así durante meses. La acomodo
de vez en cuando y se ve como en la segunda foto.
Pero acomodarla ya no me da resultado, asique decidí
aplicarle algo de minimalismo, hubo que purgar cosas.
Les muestro el resultado:
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sábado, 13 de febrero de 2016
Cómo empecé a editar mi vida
Me enteré de que existía el estilo de vida minimalista en el
año 2014, alrededor de Septiembre, viendo videos en Youtube.
Como estaba, y está, de moda, había empezado a seguir
youtubers de lifestyle, maquillaje, moda etc. A veces entre videos de productos
de belleza y ropa, algunas youtubers hablan de sus agenda, organización, como
guardan su ropa, etc…. Y en uno de esos videos, en el costado, donde vienen las
recomendaciones de otros videos de Youtube empecé a interesarme por otros
youtubers que hablaban de productividad, organización y temas de ese estilo. Hasta
que un día, una de la chicas que más me gustaba dijo que era “minimalista”.
Empecé a averiguar que era eso y la idea me cerró por completo.
Cuando me decidí, le dije a mi marido y le gustó la idea.
Nos pusimos a acomodar en un fin de semana de primavera y sacamos basura, cosas
viejas, cosas feas, cosas que no usábamos, separamos cosas para vender, cosas
para donar, cosas para tirar, cosas para devolver, cosas para regalar…. Resulta
que todo eso era como el 80% de todo lo que estaba en casa, ocupando lugar
completamente en vano.
Luego seguí yo, con mis cosas, que eran más que las de él…
Cabe aclarar que no fui nunca acumuladora compulsiva ni nada raro…. Pero cuando
me puse a seguir con la purga de cosas (uncluttering), pude sacar de casa: productos de belleza,
ropa, libros, apuntes, fotocopias,
cuadernos, adornitos, carteras, billeteras, electrodomésticos, cosas de cocina,
del baño, tuppers, cajas, cajitas, cosas rotas… infinidad de cosas.
Cada cosa que eliminaba de casa me hacía sentir más y más
liviana, era satisfacción instantánea. Y lo sigue siendo.
De repente departamento ya no era chico.
De repente ya no importó donde viva hoy y nunca, porque los
que importan somos las personas que vivimos en ella y no el espacio en el que
ponemos nuestras pertenencias.
De repente ya no tenía que comprar los muebles que hace años
estaba esperando comprar con angustia.
Volví a comprar muebles recién en enero del 2016, pero no adiciones a la
casa sino reemplazos por cosas más nuevas y lindas. Y tampoco fue tanto: cambiamos el sommier nuestro y el lavamanos
con su mesadita. Los viejos afuera, a la vereda (se los llevó alguien que los
necesitaba, en 2 minutos; más satisfacción aún).
Ya no tengo que perder tiempo organizando nada. Solo
INVIERTO tiempo mejorando lo que quiero mejorar.
De repente no quise una casa más grande, como venía deseando
angustiada hacía años. El día que la casa más grande llegue, solo restará disfrutarla y estar agradecida.
Salgo de casa en minutos sin tener que pensar en qué
ponerme. Mi guardarropas es básico, teno todo lo que necesito, todo se combina
entre si. La ropa siempre está lista, porque al ser poca la rutina de lavar,
planchar y guardar es breve y está siempre al día. (Lo hago todo yo,no tengo
asistentes de limpieza ni nada).
Simplifiqué la agenda.
Vacié escritorios, mesada y mesas.
Reduje horas de TV.
Organicé mi oficina del trabajo, me hice 200% más
productiva, rápida y eficiente, mis compañeros admiran mis métodos y confían 100%
en mi trabajo.
Leo más libros por mes.
Tengo más tiempo como mamá.
Terminé mi tesis.
Mejoré la rutina de compras – cocina – viandas.
Aprendí a organizarme mejor. Y sigo aprendiendo.
Al tener menos que hacer en casa, me canso menos, me quejo
menos, me enojo menos, me quieren más.
TODO MEJORÓ
Y ESTOY EMBARCADA EN UN PROCESO CONSTANTE DE AUTOSUPERACIÓN
Y ESTOY EMBARCADA EN UN PROCESO CONSTANTE DE AUTOSUPERACIÓN
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