Por supuesto que no todos tenemos el mismo tamaño de
oficina, recursos, o posibilidades,pero
quisiera dejarles una serie de tips para ir logrando una oficina minimalista y
que ayude a simplificar las tareas del día a día y aumentar tu enfoque y
productividad.
Para qué aumentar tu productividad?
-Hacer las cosas en tiempo y forma ayuda a que
tengas menos interrupciones de tus compañeros o superiores, ya que ver que
tienes las cosas bajo control hace que confíen más en ti y no anden “persiguiéndote”.
-Saber que tienes las cosas bajo control reduce
tus niveles de stress.Puedes pensar más
seguido “tengo todo lo que depende de mi bajo control”.
-No tener que llevar trabajo a tu casa.
-No tener que revisar emails fuera del horario de
trabajo.
-Si sucede algo inesperado, tendrás tiempo y
espacio para solucionarlo con mejor tranquilidad.
-Si te retrasas en algo tienes tiempo y espacio
para volver al curso de las cosas.
-Tener una rutina predecible.
Empecemos por lo material:
CAJONES
Vaciar los cajones.
Reciclar, tirar a la basura lo que ya no sirva.
Si se trata de notas: comenzar a digitalizar, evitar papeles
sueltos, si no puedes abandonar el papel, usa una carpeta, sobre, cajita donde
guardarlos hasta que ya no sirven.Revisarla
periódicamente para eliminar papeles viejos.
Reducir la cantidad de post-its de colores que usas, tener
pocos a mano, el resto en la despensa general de artículos de librería de la
empresa o en un lugar donde puedas guardarte reservas. Pero no todos a mano….
Lo mismo con biromes de color, resaltadores; trata de tener
menos, minimizar, solo los que usas siempre.
Lo mismo con ganchos, ganchitos, clips etc.
Si reconoces que algo no lo usas nunca ya no lo tengas.
Intenta reducir todo a la mitad.
ENTRADA Y SALIDA DE
PAPELES
Los papeles que lleguen a tu escritorio trata de tenelos en
un lugar todos juntos. Es tu pila de ENTRADA.
Una vez que sabes de qué se trata, sepáralo en pilas,
carpetas o secciones según los vayas a procesar o utilizar, en orden de
prioridad. Esa es tu pila o carpeta de PENDIENTES
(Tendrás “pendientes compras”, “pendientes llamados”, “pendientes redacción”
“pendientes reclamos” etc)
A medida que vas terminando cada asunto las apilas en una pila de SALIDA. De la cual luego una vez al día o a la semana (dependiendo
de tu trabajo), vas a sacar los papeles de tu escritorio:
-Algunos los archivarás en tus carpetas,
-Otros en las carpetas de compañeros,
-Otros irán a otros departamentos,
-Algunos a la basura,
-Otros al archivo general,
-Etc.
Pero siempre, lo que ya está terminado, o tiene que seguir
por otro proceso, dentro de varios días o hay que esperar que suceda algo, debe
salir del escritorio, y esperar archivado.
ARCHIVO
Si puedes dividir en varios estantes tu archivo, o en
secciones, intenta separar las carpetas que usas a diario, de las que usas una
vez al mes, de las que son archivo definitivo.
OTROS CONSEJOS:
-Intenta antes del horario de irte, tomar 5
minutos para dejar tu escritorio ordenado (Sales a las 5?, a las 4:55 comienzas
a acomodar). Nunca lo dejes hecho un caos, así el día siguiente siempre lo comienzas
organizado.
-Utiliza pocos adornos, deja solo 1 o dos.
-Evita los estampados, y el color excesivo (los
colores claros te ayudan a trabajar más calmado)
En futuros posts voy a tratar de registrar ideas para organizar
la agenda, archivos de seguimiento, la casilla de email….
Me encantaría recibir consultas y poder responderla! Espero
sus comentarios y preguntas.
Soy una persona creativa, se me dan bien las manualidades,
el dibujo y me entretienen muchísimo la costura, el bordado, la papelería, la
fotografía, los álbumes. Por ende siempre tuve materiales en casa, listos para
ser usados.
Telas, retazos, mostacillas, hilos, cintas, bordados,
bolsistas, etiquetas, figuritas, pinturitas, colores, masas, pegamentos,
cuadernos, ropa para modificar, hojas, cajitas, cosas para arreglar, piezas,
partes de juguetes, plásticos familias y familias de cosas escondidas en
rincones de casa. Algunas “a mano” para “inspirarme” a hacerlas apenas tuviera
el tiempo.
La verdad es que nada de esas cosas materiales me hacía por
si sola feliz. Solo era un recordatorio del poco tiempo que tenía para hacerlas,
y de que cuando tenía tiempo libre elegía otras cosas para hacer, como ver
películas, jugar con mi hijo, arreglar cosas de casa, estar en internet, dormir
siestas, salir, conversar por teléfono, etc, etc.
No estaban ahí para hacerme productiva, especializarme en un
hobbie o disfrutar el tiempo libre: terminaban cumpliendo dos roles que le
hacían mal a mi vida:
-Hacerme sentir frustrada de no tener tiempo libre
para hacerlas.
-Hacerme trabajar el doble, triple, cuádruple
para mantener mi casa linda y ordenada (juntan polvo, generalmente eran cajas
feas, llenas de cosas que visualmente no se veían como proyectos, sino como
cambalaches de objetos viejos, usados, rotos, inconclusos).
Las premisas del minimalismo me convencieron de eliminar
todo eso de casa. Me hacía mal verlos, me llevaba tiempo organizarlos, no eran esenciales
en mi vida. Son objetos fáciles de los que deshacerse. Dejo aquí los criterios
que utilicé para purgarlos, desapegarme y organizar lo poquito que quedó.
TELAS:
Eliminé las más feas y no absorbentes, a la basura.
Me quedé con algunas para hacer disfraces para mi hijo
cuando piden del colegio (eso sí que siempre lo hago, me ahorro muchísimo
dinero por año), me quedó una pequeña cajita.
Recorté en pequeños cuadrados las absorbentes y las puse en
una cajita en la cocina, para usarlas de trapitos descartables; son mejores que
el papel de cocina, da menos asco limpiar con trapo y se pueden tirar a la
basura, cosa que no se hace con las rejillas o trapos reutilizables. ß Tip hogareño!
BOTONES, MOSTACILLAS, PERLITAS:
Tenía todo separado por estilos, colores, tamaños en
diferentes frasquitos.
Lo que hice fue poner TODO junto y mezclado en una sola
bolsita ziploc, mediana.
Como se trata de cosas que cuando tenés que comprarlas hay
que comprar muchas (paquetes enteros) y suelen tener precio alto, no las tiré a
la basura.
Las cosas que ya estaban feas o pasadas de moda las tiré a
la basura. (un o dos puñados de cositas).
PINTURAS, ÚTILES ESCOLARES, HERRAMIENTITAS DE MANUALIDADES.
Lo mismo, unifiqué todo en el mismo lugar.
Las que dependían de revivirse con diluyentes, o tenían muy
poquito, o no son cosas que piden en la educación primaria, las tiré a la
basura. Lo mismo con cosas rotas o por reparar.
Las cosas repetidas las doné.
Las tengo guardadas porque son cosas que siempre piden en el
colegio, no vale la pena tirarlos a la basura, porque son $$$$.
Están en una cajita pequeña, no a la vista. Son como una
pequeña reserva.
PAPELES, FIGURITAS, FOTOS, RECORTES
Tiré todo. En mi tacho de papel reciclable.
Básicamente hoy en día si hay que hacer una tarjeta, trabajito
de la escuela, decorar algo, se busca en internet y se imprime….
ROPA PARA REMENDAR, MODIFICAR, ETC
Adiós! (doné, tiré a la basura, usé como trapo).
OTROS
Le dije adiós a una cajita que tenía con juguetes y
adornitos y cositas por reparar.
TENGO NUEVAS REGLAS:
Si puedo vivir sin eso; lo tiro. Si no puedo y lo tengo que
reparar, lo hago en el momento.
No guardo nada que no me sirva. Lo dono inmediatamente, o lo
tiro a la basura.
No compro útiles y elementos de arte a menos que sean para mi
hijo para la escuela. Son como un vicio para mí, asique mejor no volver a
empezar…
No guardo retazos pequeños que me sobren.
En cada cumpleaños, festejo, navidad tengo la posibilidad de
utilizar e ir terminando las cosas que aún tengo. Antes de comprar: me fijo qué
puedo usar de lo ya disponible.
Siempre me encantaron los cuadernos, agendas, anotadores. Usé
muchísimos en mi vida.
Cuando empecé a desapegarme de mis cosas, el proceso de los
cuadernos fue especial, llevó su tiempo y tareas para lograr llegar a minimizarlo
al sistema realmente simple que uso hoy.
Tenía cuadernos para:
-Agenda personal
-Agenda trabajo
-Cuaderno de ideas para microemprendimientos
-Cuaderno de frases
-Cuaderno con lista de películas, series,
documentales para ver
-Anotadores
-Blocks de hojas
-Cuaderno con recortes de revistas (cosas que me
quería comprar).
-Cuadernos con recortes interesantes
-Carpetitas con recetas
-Carpetitas con dietas
-Carpetitas con tests de personalidad
-Agenda para la tesis
-Agenda para cosas que hacía en internet.
-Cuadernos en blanco
-Cuadernos para empezar a dibujar
-Cuadernos para dedicatorias a mi hijo
-Y más---
La verdad es que además de ocuparme espacio físico, ocupaban
un lugar negativo en mi mente: Nunca tenía tiempo para usarlos propiamente.
Nunca estaban al día. Quería sentarme a escribir, dibujar, crear. Pero la
verdad es que no podía.
Mi vida es tranquila y tengo las cosas bajo control, pero no
me sobra tiempo para todos los hobbies que se me van ocurriendo. Trabajando, terminando
una tesis, estudiando idiomas, haciendo las cosas de la casa, trámites, microemprendimientos,
siendo mamá, preparando cumpleaños, actos escolares, tareas especiales,
haciendo compras…realmente no
necesitaba tener en el fondo de la mente una lista interminable de pequeñas
cosas por hacer representadas cada una por un cuaderno o agenda…
Asique las eliminé.
La verdad es que los cuadernos no tenían muchos avances.
Quizás entre 5 o 10 hojas cada uno. Asique antes de deshacerme de ellos:
Corté las páginas usadas.
Algunas las escaneé.
Algunas las pasé a archivos Word.
Las rompí y tiré.
Los cuadernos los regalé como anotadores (a gente que se que
no acumula, ni los compra, para que le den utilidad, cerca del teléfono por
ejemplo).
Algunos se los dí a mi hijo para dibujar, ya para el día de
hoy ninguno existe más… =)
Otros los dejé en la vereda para que se los lleve quien le
llame la atención.
Alguno lo doné porque estaba en buen estado.
No quedó ningún cuaderno.
No quedó ninguna frustración.
No quedaron deseos de emprenderme en hobbies.
Quedó espacio, ligereza y tranquilidad.
Quedó organización genuina.
Les dejo un video del resultado, hace más de un año y medio
que uso este sistema de dos mini libretitas + alguna que otra lista y todo está
bajo control.
Desde chica amo los cosméticos. Recuerdo el primero, un
tónico de hamammelis que mi mamá me compró a los 12 años…. Luego en la
secundaria, para tener algo de dinero propio empecé a verderlos con revistitas
de AVON, TSU etc, actividad que seguí hasta varios años entrada la universidad.
Cuando me casé y me fui de casa mamá siguió vendiendo… y yo comprando. Eso sin
contar las cosas que se compran en perfumería, en casas de regalos etc…
Siempre me gustó probarlos, probar cosas de la misma línea
per diferente textura, perfume, color… y para eso las compraba. Color que no
tenía color que compraba. Ahorrito que tenía se iba en un perfume… Plata en el
bolsillo durante un paseo: compras de perfumería.
Compraba organizadores, cajas, porta cosméticos. Nunca nada
estaba acomodado y lindo. Nunca llegué a usar todo. Las cosas vencen, te
aburrís de las cosas, las cosas pasan de moda, traen bueno y malos recuerdos y
la mayoría así como venían un día, se quedaban por meses, algunas años….
No reniego, porque de tanto probar aprendí mucho de cómo
cuidarme la piel, el pelo, las uñas, qué colores me sientan bien y cuales no…
Pero no llegaba a un balance.
Llegó un momento, cuando los videos en youtube sobre maquillaje,
“qué hay en mi cartera”, “haul” de esto, haul de lo otro…. Que me empezaron a
confundir e hicieron que comprara aún más, quería sentir en carne propia lo que
sienten esas chicas probando TODO lo que hay en el mercado. No me daba cuenta
de algo MUY básico: ellas TRABAJAN de eso. Cuando me di cuenta de que estaba
cayendo en hábitos dañinos de consumo frené.
Pronto empecé a depurar mis cosas. Convencida tiré todo,
doné, regalé. Y no me arrepiento.
Me quedé con las cosas que USO. De vez en cuando descubro
que hay algo que en realidad no uso, o no me gusta tanto; y se va.Ahora cuando salgo de paseo no siento la
necesidad de volver sin dinero y con la cartera llena de compras.
Con respecto a las youtubers cambié de actitud. Por un
tiempo, unos meses me desuscribí. Y me hizo bien. Filosofando luego… me di cuenta de que las puedo seguir, pueden
ser videos que me entretengan, pero tengo que usar la información para
aprender, para aprovechar y ver cómo ellas (que trabajan de eso) se llevan
fiascos con los productos y evitar que me pase lo mismo. Si la youtuber no se parece
nada a mí, por ejemplo es rubia y de ojos claritos y las sombras lilas le
quedar hermosas, no tengo que comprarlas o también. El lila a mí, que soy
morocha me queda mal. Con razonamientos así de simples me alejé del sentimiento
de urgencia de comprar y buscar productos parecidos o iguales.
Dejo acá ideas que sirven para no caer en la trampa de
envidiar y copiar a las youtubers:
-Ellas se dedican a eso. Comprar cosméticos para
ellas es como comprar cemento para un albañil, o guantes descartables un
dentista.
-No siempre compran los productos. La gran
mayoría de las veces hacen reviews de cosas QUE NO PAGARON, porque se los envió
una empresa para que lo prueben y publiquen. A ella le costó $0, pero a vos
pasar por la misma experiencia de consumo te va a costar >$400, 500, 600,
1000. No es lo mismo.
-Aprendé sobre colores. No te compres todos los
colores.
-Aprendé sobre calidades y cantidades: no te
compres todo para probarlo vos. Aprovechá que alguien lo prueba antes y te da
su opinión. Si el producto es malo te ahorrás $$$. Si es bueno y vale la pena: también,
porque va a ser dinero bien gastado.
-Ojo con el tema de los productos importados. Si
te vas de viaje disfrutá del viaje, de las personas con quienes vayas, del
clima, la comida. No vayas de shopping para sentir lo mismo que la youtuber…
-Sos modelo? Promotora? Maquilladora? Trabajás con
tu imagen? Vas a eventos?: Seguramente estará justificado que gastes más dinero
en maquillaje. Ó que uses más colores que el resto de las mortales. No sientas
culpa en eso, siempre que no te engañes a vos misma.
-Yo cuando veo videos un poco siento que estoy
paseando mirando vidrieras…. Es un poco un aliciente a ir de compras, pensás un
poquito más (si lográs que no te arrastren a salir a comprar en base al
video!).
Ojalá me cuentes en los comentarios tu experiencia con los
cosméticos y con youtubers y el consumismo….
Acá te dejo un videíto de cuántas cosas logré tener de
cosméticos una vez que minimicé compra y uso, Cómo me rinde más el dinero, el
espacio y el tiempo.
Les muestro, tengo esta estantería en casa, en la que están
siempre las cosas que usamos todos los días: mi cartera, el bolso para natación
de mi marido, la mochila para el club o de clases de mi hijo. Algunos libros,
la cámara de fotos y sus accesorios, algunas cosas para hacer, una cajita de
ropa de entrecasa mía, una cajita con accesorios, otra con cosas sueltas y otra
con bolsas plegables de compra, necessaires, monederos etc. Al costado hay una
mini estantería con las facturas a pagar y ropa del club o del colegio de mi
hijo.
Es la única estantería de cosas sueltas que tengo.
Resumiendo, todo lo que usamos todos los días antes de salir
y lo que dejamos ahí cuando volvemos de la calle a casa. Es la herramienta para
nuestro método de estar preparados para el día siguiente.
Esa estantería hace
más de un año no tenía ni 1 centímetro libre y la mayoría de las cosas que
ahora están, no estaban, estaban dando vueltas por toda la casa.
Estuvo según la foto “Antes”, así durante meses. La acomodo
de vez en cuando y se ve como en la segunda foto.
Pero acomodarla ya no me da resultado, asique decidí
aplicarle algo de minimalismo, hubo que purgar cosas.
Me enteré de que existía el estilo de vida minimalista en el
año 2014, alrededor de Septiembre, viendo videos en Youtube.
Como estaba, y está, de moda, había empezado a seguir
youtubers de lifestyle, maquillaje, moda etc. A veces entre videos de productos
de belleza y ropa, algunas youtubers hablan de sus agenda, organización, como
guardan su ropa, etc…. Y en uno de esos videos, en el costado, donde vienen las
recomendaciones de otros videos de Youtube empecé a interesarme por otros
youtubers que hablaban de productividad, organización y temas de ese estilo. Hasta
que un día, una de la chicas que más me gustaba dijo que era “minimalista”.
Empecé a averiguar que era eso y la idea me cerró por completo.
Cuando me decidí, le dije a mi marido y le gustó la idea.
Nos pusimos a acomodar en un fin de semana de primavera y sacamos basura, cosas
viejas, cosas feas, cosas que no usábamos, separamos cosas para vender, cosas
para donar, cosas para tirar, cosas para devolver, cosas para regalar…. Resulta
que todo eso era como el 80% de todo lo que estaba en casa, ocupando lugar
completamente en vano.
Luego seguí yo, con mis cosas, que eran más que las de él…
Cabe aclarar que no fui nunca acumuladora compulsiva ni nada raro…. Pero cuando
me puse a seguir con la purga de cosas (uncluttering), pude sacar de casa: productos de belleza,
ropa, libros, apuntes, fotocopias,
cuadernos, adornitos, carteras, billeteras, electrodomésticos, cosas de cocina,
del baño, tuppers, cajas, cajitas, cosas rotas… infinidad de cosas.
Cada cosa que eliminaba de casa me hacía sentir más y más
liviana, era satisfacción instantánea. Y lo sigue siendo.
De repente departamento ya no era chico.
De repente ya no importó donde viva hoy y nunca, porque los
que importan somos las personas que vivimos en ella y no el espacio en el que
ponemos nuestras pertenencias.
De repente ya no tenía que comprar los muebles que hace años
estaba esperando comprar con angustia.
Volví a comprar muebles recién en enero del 2016, pero no adiciones a la
casa sino reemplazos por cosas más nuevas y lindas. Y tampoco fue tanto: cambiamos el sommier nuestro y el lavamanos
con su mesadita. Los viejos afuera, a la vereda (se los llevó alguien que los
necesitaba, en 2 minutos; más satisfacción aún).
Ya no tengo que perder tiempo organizando nada. Solo
INVIERTO tiempo mejorando lo que quiero mejorar.
De repente no quise una casa más grande, como venía deseando
angustiada hacía años. El día que la casa más grande llegue, solo restará disfrutarla y estar agradecida.
Salgo de casa en minutos sin tener que pensar en qué
ponerme. Mi guardarropas es básico, teno todo lo que necesito, todo se combina
entre si. La ropa siempre está lista, porque al ser poca la rutina de lavar,
planchar y guardar es breve y está siempre al día. (Lo hago todo yo,no tengo
asistentes de limpieza ni nada).
Simplifiqué la agenda.
Vacié escritorios, mesada y mesas.
Reduje horas de TV.
Organicé mi oficina del trabajo, me hice 200% más
productiva, rápida y eficiente, mis compañeros admiran mis métodos y confían 100%
en mi trabajo.
Leo más libros por mes.
Tengo más tiempo como mamá.
Terminé mi tesis.
Mejoré la rutina de compras – cocina – viandas.
Aprendí a organizarme mejor. Y sigo aprendiendo.
Al tener menos que hacer en casa, me canso menos, me quejo
menos, me enojo menos, me quieren más.
TODO MEJORÓ Y ESTOY EMBARCADA EN UN PROCESO CONSTANTE DE
AUTOSUPERACIÓN
Hay muchas formas de acercarse al minimalismo, y lo más probable es que
se vaya desarrollando tu estilo a medida que vas probando el estilo de vida y
te vas acercando a los consejos o ideas que vas poniendo en práctica.
No se trata de algo dogmatico, sino que cada uno va formando su estilo y
sus propias reglas, y, si algo no funciona, POR DEFINICIÓN lo sacás de tu vida,
lo adaptás y dejás las reglas que realmente te hagan bien. Nadie puede decirte “no
sos minimalista porque….” Si estás editando tu vida y solo dejás cerca lo que
te sirve, te hace bien y edifica lo sos.
El minimalismo es un movimiento 100% inclusivo, no hay nada en tu vida
que te impida poder acercarte a este estilo de vida. Si luchas por simplificar
tu vida, con tus reglas, tenés tu propio estilo de minimalismo. Hay tantos
minimalismos como minimalistas.
Sin embargo podríamos hacer algunas categorías, como para que te
orientes si estás buscando gente, por ejemplo en internet, o si estás buscando artículos
de opinion sobre algo en particular como para descubrir tips, consejos de como
vive un minimalista que tiene más o menos tus intereses.
Minimalista estéticamente: Aprecian
la simplicidad en la moda el diseño de interiores y otros tipos de arte.
Prefieren la limpieza y claridad antes que los estampados, las cosas recargadas.
Se inclinan hacia la luminosidad, espacios abiertos y libres de decoraciones
oscuras, coloridas etc. Encuentran paz en ambientes limpios visualmente.
Minimalista anticonsumo: Compran solo lo que necesitan y las decisiones de
compra de cosas durables son solo si el producto hace su vida más fácil o que
les trae goce tener todos los días. Desean alejarse del consumismo de hoy en día,
en el que la gente piensa que comprar y comprar es una forma de felicidad.
Buscan nunca rellenar un vacío emocional con cosas materiales.
Minimalismo de posesiones: Persiguen el deseo de tener lo mínimo
posible, la mínima cantidad de cosas posibles. Y con esas pocas cosas conseguir
ser felices, estar conformes. Cuanto menos cosas tienen, más libres se sienten.
Regalan, descartan, venden, donan todo lo que no necesitan para conseguir más
tiempo libre, ahorrar y conseguir dinero y energía para las cosas que sí
quieren y necesitan. Tener pocas cosas les da la sensación y la posibilidad de
moverse, mudarse, viajar con más facilidad evitando que las cosas que tienen
los retengan o les den responsabilidades que los aten a ningún lugar.
Minimalismo medioambientalista: Estos minimalistas buscan usar lo menos
posible del medioambiente y lo menos posible que pueda dañarlo. Eligen un
modelo de consumo en el que solo se permiten los materiales naturales no
procesados o los menos procesados posible, limpios de toda toxicidad posible y
de modificaciones químicas. Sus alimentos lo eligen lo más cercano a la base de
la pirámide nutricional posible. Eligen productos orgánicos, veganos, libres de
crueldad, etc.
Minimalismo simplificador: Luchan por encontrar la manera más simple de vivir
en general y de simplificar particularmente cada tarea. No complicar las cosas
y conseguir resultados de calidad con el menor gasto de energía o
preocupaciones posibles. Encuentran belleza y valor en todo lo simple.
Minimalismo de estilo de vida: Preguntarse a uno mismo cómo querés que
sea tu vida, como te la imaginás y visualizás y acercarte paso a paso a ESA
vida, eliminando todas las distracciones. Enfocándose en lo que realmente importa
y dejando atrás el resto. Particularmente con el deseo de trabajar no solo por
dinero, sino or amor al trabajo que hacés en sí.
Con el tiempo los minimalistas nos vamos reconociendo en más de una de
estas categorías. Esto se debe a que el denominador común es encontrar
simplicidad en cada cosa que tengamos como objetivo
Sobre las categorías, Fuente: http://jennymustard.com/